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  • Debes realizar un amplio comentario de cada uno de los documentos que te presentamos.
 

Uno de los objetivos fundamentales de la política exterior de Estados Unidos es la creación de condiciones en las cuales nosotros y otras naciones podamos forjar una manera de vivir libre de coacción. Esta fue una de las causas fundamentales de la guerra con Alemania y el Japón. Nuestra victoria se logró sobre países que pretendían imponer su voluntad y su modo de vivir a otras naciones. Para asegurar el desen volvimiento pacífico de las naciones libres de toda coacción, Estados Unidos ha tomado parte preponderante en las Naciones Unidas. Estas están destinadas a posibilitar el mantenimiento de la libertad y la soberanía de todos sus miembros. Sin embargo, no alcanzaremos nuestros objetivos a menos que estemos dispuestos a ayudar a los pueblos libres a preservar sus instituciones libres y su integridad nacional frente a los movimientos agresivos que tratan de imponerles regímenes totalitarios. [...]

En la presente etapa de la historia mundial casi todas las naciones deben elegir entre modos alternativos de vida. Con mucha frecuencia, la decisión no suele ser libre. En varios países del mundo, recientemente, se han implantado por la fuerza regímenes totalitarios, contra la voluntad popular. El gobierno de los Estados Unidos ha levantado frecuentes pro testas contra las coacciones y las intimidaciones realizadas en Polonia, Rumanía y Bulgaria, violando el acuerdo de Yalta. Debo afirmar también que en otros países han ocurrido hechos semejantes.

Discurso del presidente Truman ante el Congreso de EE.UU.
         Washington, 12 de marzo de 1947

 

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He leído en vuestros periódicos que la política de coexistencia pacífica que os proponemos significaría en realidad la creación de un «mundo dividido». Nada más alejado en la exacta comprensión de la idea de la coexistencia pacífica que esta interpretación. En la realidad queremos obtener lo contrario: la coexistencia pacífica y la competencia de las relaciones siempre más amplias entre los pueblos, en el dominio económico y cultural. Al contrario la negación de la coexistencia y de la competencia, significan la ruptura de todas las relaciones entre los países y un relanzamiento de la "guerra fría".

Los que no quieren cerrar los ojos a la realidad deben reconocer que en nuestra época la única vía razonable para el desarrollo de las relaciones internacionales es la solución de los problemas y litigios por la negociación. Nuestro viaje a América, y la próxima visita del presidente Eisenhower a la Unión Soviética permitirán, así queremos esperarlo, proceder a- un cambio de sinceras opiniones sobre las cuestiones en litigio y de más fácil comprensión para nosotros.

Vivir en paz, en buena hermandad, o caminar hacia una nueva guerra, tal es la elección ante la cual se encuentran ahora las Unión Soviética y los Estados Unidos, el mundo entero. No hay una tercera a menos que uno de nosotros considere el trasladarse a otro planeta. No creo más en ésta última posibilidad: los soviéticos no se sien ten mal del todo sobre la Tierra y pienso que vosotros no tenéis intención de encargar billetes para la luna. Según lo que conozco, la permanencia allí es bastante incómoda. (...)

Con seguridad, no os llamo, señores hombres de negocios, a compartir nuestra concepción del mundo: pienso que no pretendéis hacer cambios en favor del capitalismo. Hemos pasado la edad. Es probable que creamos en la victoria de vuestro sistema, y yo estoy convencido de que es el socialismo será el que vencerá (...)

Kruschev en el Economic Club de Nueva  Cork, septiembre de 1959

 

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La posición de los estados socialistas es la del respeto a la soberanía de todos los países. Nosotros con gran énfasis nos oponemos a las injerencias en los asuntos de cualquier estado y a las violaciones de su soberanía.

Al mismo tiempo el establecimiento y la defensa de la soberanía de los estados que se encuentra en el camino de la construcción del socialismo es de gran importancia para nosotros los comunistas. Las fuerzas del imperialismo y la reacción están buscando privar a los pueblos de este logro, ahora que en los países socialistas los derechos soberanos han asegurado la prosperidad de sus países y el bienestar y la felicidad de amplias masas de gente trabajadora en la construcción de una sociedad libre de toda opresión o explotación (...)

Es bien sabido que la Unión Soviética ha hecho mucho por fortalecer la soberanía y la independencia de los países socialistas. El Partido Comunista de la Unión Soviética siempre ha defendido que cada país socialista debe determinar las formas específicas de su desarrollo en el camino hacia el socialismo, teniendo en consideración sus propias condiciones internas. Sin embargo, nosotros sabemos, camaradas, que hay también leyes comunes de gobierno en la construcción del socialismo (...)

Y cuando fuerzas hostiles internas y externas que son contrarias al socialismo atentan para cambiar el desarrollo de cualquier país socialista en la dirección del sistema capitalista, cuando una amenaza de esta naturaleza aparece en un país socialista, y se produce una amenaza a la seguridad de la comunidad socialista, se convierte no sólo en un problema para el pueblo de ese país, sino también en un problema general, que concierne a todos los países socialistas.

Puede afirmarse que una acción como ayuda militar a un país hermano para poner fin a la amenaza al sistema socialista es extraordinaria, una inevitable medida, que solo puede estar provocada por acciones directas por parte de los enemigos del socialismo en el interior de los países y detrás de sus fronteras; acciones que crean una amenaza a los intereses comunes del campo socialista.

Leonid Breznev, 12 de noviembre de 1968

 

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El mundo en que vivimos hoy día se diferencia radicalmente de cómo era a principios e incluso a mediados de siglo. Y continúa modificándose en todos sus aspectos.

La aparición de las armas atómicas ha subrayado de forma trágica la índole fundamental de tales cambios. (…)Este acontecimiento ha planteado el problema de la supervivencia y de la conservación de la humanidad en toda su profundidad. (…)

El deseo de democratizar todos los sistemas políticos que rigen el mundo se ha convertido en una poderosa fuerza político-social de primer orden. (…) la revolución técnico-científica ha transformado numerosos problemas —económicos, energéticos, ecológicos, demográficos, de abastecimiento y comunicación—, que considerábamos hace poco como nacionales o regionales, en problemas universales (...)

Es evidente, por ejemplo, que la fuerza y la amenaza de la fuerza ya no pueden ni deben seguir siendo un instrumento de la política internacional. Nos referimos, en primer lugar, al armamento atómico, pero no se trata únicamente de eso. Todos, y en primer término los más fuertes, deben limitar por sí mismos y excluir totalmente el uso de la fuerza en el exterior. (...)

La nueva etapa exige la no politización de las relaciones internacionales. Nosotros no renunciamos a nuestras convicciones, a nuestra filosofía y tradiciones, ni pretendemos que nadie renuncie a las suyas (...)

¿Cuáles son las conclusiones prácticas de todo ello? Lo natural y lo sensato sería no renunciar a lo positivo que hemos adquirido, hacer que progrese todo lo bueno que hemos conseguido en los últimos años gracias a los esfuerzos comunes.

Me refiero al proceso de negociaciones sobre el desarme nuclear y de armas convencionales y químicas, a la búsqueda de soluciones políticas para acabar con los conflictos regionales y, en primer lugar, a un diálogo político más intenso, más sincero, orientado al fondo de los problemas y no a la confrontación; a un intercambio no de acusaciones, sino de consideraciones constructivas. Sin diálogo político, las negociaciones no prosperarán (...).

Hoy puedo comunicarles lo siguiente: La Unión Soviética ha decidido reducir sus fuerzas armadas. En los próximos dos años su número disminuirá en 500.000 hombres y la cantidad de armamento convencional se reducirá sensiblemente. Estas reducciones se efectuarán unilateralmente. al margen de las negociaciones sostenidas en el encuentro de Viena.

De acuerdo con nuestros aliados del Pacto de Varsovia, hemos decidido evacuar en 1991 seis divisiones de tanques de la República Democrática Alemana, Checoslovaquia y Hungría que serán disueltas. Retiraremos igualmente las tropas soviéticas aerotransportadas que se encuentran en esos países, así como otras unidades de mayor o menor importancia, con todos sus equipos y material de combate. Los efectivos de las tropas soviéticas en esos países se reducirán en 50.000 hombres y 5.000 tanques. [...]

Discurso de Gorbachov en la ONU, 7 de Diciembre de 1988

 

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